Por la neutralidad de Internet

Ahora que el Senado ha aprobado una moción de por la neutralidad de la red y que además, he sacado tiempo para escribir, me permito unas palabras de reflexión sobre este asunto. Para el que aun no sepa lo que es existen múltiples fuentes de información que pueden serle de utilidad. Por ejemplo el vídeo bajo estas líneas representa los posibles problemas que podría acarrear una red no neutral.

De todas formas, antes de replicar el manifiesto que redneutral.org ha redactado me permito unas palabras de reflexión acerca de nuestros derechos como usuarios de los canales de comunicación e información.

Como se nos enseña en la escuela, los requisitos para lograr comunicación son tres: usuarios, mensaje y canal. De estos tres, el usuario es sin duda el más importante. Los mensajes surgen del usuario y se encaminan hacia el usuario y ningún canal, ninguna infraestructura de comunicaciones, por sofisticada que sea, es útil sin usuarios que la utilicen. A esto sumémosle que la constitución española reconoce en su Artículo 20 (la negrita es mia) que:

Artículo 20.

1. Se reconocen y protegen los derechos:

  1. A expresar y difundir libremente los pensamientos, ideas y opiniones mediante la palabra, el escrito o cualquier otro medio de reproducción.
  2. A la producción y creación literaria, artística, científica y técnica.
  3. A la libertad de cátedra.
  4. A comunicar o recibir libremente información veraz por cualquier medio de difusión. La Ley regulará el derecho a la cláusula de conciencia y al secreto profesional en el ejercicio de estas libertades.

2. El ejercicio de estos derechos no puede restringirse mediante ningún tipo de censura previa.

3. La Ley regulará la organización y el control parlamentario de los medios de comunicación social dependientes del Estado o de cualquier ente público y garantizará el acceso a dichos medios de los grupos sociales y políticos significativos, respetando el pluralismo de la sociedad y de las diversas lenguas de España.

4. Estas libertades tienen su límite en el respeto a los derechos reconocidos en este Título, en los preceptos de las Leyes que lo desarrollan y, especialmente, en el derecho al honor, a la intimidad, a la propia imagen y a la protección de la juventud y de la infancia.

5. Solo podrá acordarse el secuestro de publicaciones, grabaciones y otros medios de información en virtud de resolución judicial.

Parace quedar claro entonces que discriminar o dar pie a la discriminación de la información por medio de cualquier canal resulta evidentemente anticonstitucional. Y los proveedores de servicios, no os quepa la menor duda, son los encargados del canal y nada más. Ellos no han creado Internet tal y como la conocemos y desde luego no la han hecho posible por sí mismos. No son quienes controlan la información porque la información pertenece a los usuarios involucrados en la comunicación, no al canal. Los proveedores de servicios nos brindan el acceso a Internet, la red creada de la interacción de millones de usuarios a lo largo de todo el mundo.

Pensemos en cualquier infraestructura de comunicaciones: la red de carreteras por ejemplo. La dirección general de tráfico no le pregunta dónde desea ir y en función del destino le impone unas restricciones o me hace pasar por delante de la sede del partido de turno. Las leyes de circulación ya están escritas y si yo las cumplo, puedo dirigirme a cualquier lugar que me de la gana con total privacidad, sin control sobre mi destino para terceras partes o intereses personales más allá de los mios.

Pero pongamos otro ejemplo: la red telefónica, que si bien no se muestra 100% neutral puesto que las tarifas varían en función del momento o la compañía de nuestro interlocutor, nuestra comunicación no se ve degradada en función del contenido del mensaje. Telefónica no nos pregunta de qué vamos a hablar o a quién exactamente vamos a llamar y degrada nuestra comunicación con la consultora Accenture porque pudiera tener una relación comercial con la consultora Indra.

Puede pensarse lo mismo del correo privado que hace uso de las vías marítimas y aéreas para entregar su carga a lo ancho de todo el globo. Y puede pensarse lo mismo de cualquier forma de comunicación, incluyendo Internet entre ellas y de esta manera llegar a la síntesis que (creo) debemos defender:

Que la infraestructura y quienes la mantienen no deben interferir en el proceso de comunicación más allá de para asegurar la correcta emisión, transmisión y recepción del mensaje por parte de los usuarios

Sin embargo esta conclusión es incompleta dado que la red de comunicación existe dentro de una sociedad que necesita ser protegida garantizando privacidad y seguridad por lo que podríamos añadir y concluir como sigue:

Que la infraestructura y quienes la mantienen no deben interferir en el proceso de comunicación más allá de para asegurar la correcta emisión, transmisión y recepción del mensaje por parte de los usuarios garantizando en todo momento el respeto y cumplimiento de la legalidad vigente.

Los usuarios, por supuesto, también tenemos nuestra responsabilidad. La responsabilidad de mantener las infraestructuras de comunicación y más que una responsabilidad, los usuarios deberíamos demostrar interés en contribuir a la mejora de los canales de comunicación. Por eso siempre he pensado, a nivel estrictamente personal, que las infraestructuras de comunicación deberían ser responsabilidad del estado o empresas públicas aunque considero que no hay nada de malo en delegar esta respondabildad en empresas privadas siempre y cuando tengan presente que su papel es el de mantener y mejorar la infraestructura y no el de ser los revisores o censores del contenido.

Por supuesto, también hay argumentaciones en contra y como me considero un buen investigador, antes de terminar, tomaré parte como hipótesis nula y trataré de rechazar su argumentación con el fin de defender la mía.

Don Daniel Rodríguez Herrera escribe en su artículo Por una internet petrificada

La cruda realidad de que jamás ningún operador lo ha hecho [que cortarán el acceso a Google o Yahoo si éstos no les pagan un extra], pese a que las leyes no les imponen el mantenimiento de neutralidad alguna.

No se ha hecho, porque, como acabamos de ver, si bien no se declarara automáticamente anticonstitucional sí podría llegar a serlo.

Lo que me lleva al segundo tipo de argumentos favorables a imponer una red neutral, los que ignoran por completo el hecho económico básico de que «no hay comida gratis». Gestionar una red y disponer de las infraestructuras necesarias para que el ancho de banda sea suficiente para los clientes tiene un coste, que al final tendrán que pagar los usuarios de un modo u otro, o la operadora quebrará y se quedarán todos sin servicio.

A esto responderé sencillamente con una imagen de 2009 que, según dicho popular, dice más que 1000 palabras lo que me ahora unas 6000 pulsaciones de teclado.

 

Velocidades de Internet a lo largo del mundo
Japón, ese país pintado de salmón muy clarito que refleja el bajo coste (21 céntimos de dólar) del acceso a Internet mientras que en la gráfica inferior vemos cómo lidera el top de velocidad con 61mbps. Salvando las diferencias y teniendo en cuenta que Japón debe abastecer a 127 millones de personas me hace pensar que: tan caro, no será.

El último párrafo del artículo, que justifica el título del mísmo merece ser pensado un par de veces. Es interesante cómo se hace notar que:

Y la mejor manera de lograrlo [intentar reducir el hueco existente entre las expectativas de los clientes y las duras realidades económicas], o más bien la única, es siendo libres de intentarlo. Coartar esa libertad por medio de la regulación es una vía segura para maniatar a las operadoras y petrificar el desarrollo de internet.

En mi opinión, se debe educar al usuario para que sienta interés por pagar con el fin de mejorar la infraestructura. Para esto las empresas deben demostrar que están luchando por el usuario y de imagen comercial no voy a decir nada porque partidos y empresas saben de sobra. Ésta, la de la imagen de marca es una forma de afianzar la confianza del usuario en la compañía y así fidelizarlo. El problema, como bien dice el artículo, es reducir el hueco entre las expectativas y la realidad comercial. Esto quiere decir no reducir el precio sino convencernos de que nuestro dinero, hasta el último céntimo de nuestra cuota, se invierte jústamente.

Es aquí donde se debe poner énfasis y no estaríamos considerando como alternativa el poder reducir el precio por medio de prácticas comerciales que violen la privacidad de nuestras comunicaciones.

El segundo artículo de Fernando Herrera titulado Los derechos de los Bits utiliza un símil demasiado vago como comparación y algunos argumentos incorrectos (en mi humilde opinión) como planteamiento:

El otro lado de la moneda es el que siempre tiene un derecho concedido graciosamente: que hay alguien al que tal derecho supone una obligación, lo que seguramente no le hará tanta gracia. En este caso, los posibles sufridores son los operadores de telecomunicaciones, como Comcast, a los que se les pone límite en el uso de su propiedad privada.

De lo que se trata, en definitiva, es de que los operadores de red traten a todos los contenidos por igual, sean suyos o de otros. ¿Quién se beneficia de la situación? ¿El cliente final? No está claro. Más bien los proveedores de contenidos sin red: los Google, Yahoo y compañía que no quieren que los dueños de la red empleen esta propiedad para limitar de alguna forma su llegada (de Google y compañía) al cliente. El viejo truco de lo mío es mío, y lo tuyo, nuestro. Habría que ver qué diría Google si le obligaran a no discriminar entre las páginas indiciadas de su base de datos. ¿En qué orden sacaría los resultados de la búsqueda?

Y es aquí dónde radica el gran error, en considerar que los canales de comunicación son propiedad privada. Un canal de comunicación, inicialmente abierto al público, es sencillamente público. Nadie le dice a una compañía qué puede y que no puede restringir dentro de su red local pero Internet no es de propiedad privada. Quienes mantienen los canales de comunicación están prestando un servicio a la sociedad por el cual ya nos cobran una cuota mensual.

Y sin nada más que decir, que ya está bien, ahora sí, el manifiesto:

Manifiesto por una Red Neutral

Los ciudadanos y las empresas usuarias de Internet adheridas a este texto manifestamos:

1. Que Internet es una Red Neutral por diseño, desde su creación hasta su actual implementación, en la que la información fluye de manera libre, sin discriminación alguna en función de origen, destino, protocolo o contenido.

2. Que las empresas, emprendedores y usuarios de Internet han podido crear servicios y productos en esa Red Neutral sin necesidad de autorizaciones ni acuerdos previos, dando lugar a una barrera de entrada prácticamente inexistente que ha permitido la explosión creativa, de innovación y de servicios que define el estado de la red actual.

3. Que todos los usuarios, emprendedores y empresas de Internet han podido definir y ofrecer sus servicios en condiciones de igualdad llevando el concepto de la libre competencia hasta extremos nunca antes conocidos.

4. Que Internet es el vehículo de libre expresión, libre información y desarrollo social más importante con el que cuentan ciudadanos y empresas. Su naturaleza no debe ser puesta en riesgo bajo ningún concepto.

5. Que para posibilitar esa Red Neutral las operadoras deben transportar paquetes de datos de manera neutral sin erigirse en «aduaneros» del tráfico y sin favorecer o perjudicar a unos contenidos por encima de otros.

6. Que la gestión del tráfico en situaciones puntuales y excepcionales de saturación de las redes debe acometerse de forma transparente, de acuerdo a criterios homogéneos de interés público y no discriminatorios ni comerciales.

7. Que dicha restricción excepcional del tráfico por parte de las operadoras no puede convertirse en una alternativa sostenida a la inversión en redes.

8. Que dicha Red Neutral se ve amenazada por operadoras interesadas en llegar a acuerdos comerciales por los que se privilegie o degrade el contenido según su relación comercial con la operadora.

9. Que algunos operadores del mercado quieren “redefinir” la Red Neutral para manejarla de acuerdo con sus intereses, y esa pretensión debe ser evitada; la definición de las reglas fundamentales del funcionamiento de Internet debe basarse en el interés de quienes la usan, no de quienes la proveen.

10. Que la respuesta ante esta amenaza para la red no puede ser la inacción: no hacer nada equivale a permitir que intereses privados puedan de facto llevar a cabo prácticas que afectan a las libertades fundamentales de los ciudadanos y la capacidad de las empresas para competir en igualdad de condiciones.

11. Que es preciso y urgente instar al Gobierno a proteger de manera clara e inequívoca la Red Neutral, con el fin de proteger el valor de Internet de cara al desarrollo de una economía más productiva, moderna, eficiente y libre de injerencias e intromisiones indebidas. Para ello es preciso que cualquier moción que se apruebe vincule de manera indisoluble la definición de Red Neutral en el contenido de la futura ley que se promueve, y no condicione su aplicación a cuestiones que poco tienen que ver con ésta.

La Red Neutral es un concepto claro y definido en el ámbito académico, donde no suscita debate: los ciudadanos y las empresas tienen derecho a que el tráfico de datos recibido o generado no sea manipulado, tergiversado, impedido, desviado, priorizado o retrasado en función del tipo de contenido, del protocolo o aplicación utilizado, del origen o destino de la comunicación ni de cualquier otra consideración ajena a la de su propia voluntad. Ese tráfico se tratará como una comunicación privada y exclusivamente bajo mandato judicial podrá ser espiado, trazado, archivado o analizado en su contenido, como correspondencia privada que es en realidad.

Europa, y España en particular, se encuentran en medio de una crisis económica tan importante que obligará al cambio radical de su modelo productivo, y a un mejor aprovechamiento de la creatividad de sus ciudadanos. La Red Neutral es crucial a la hora de preservar un ecosistema que favorezca la competencia e innovación para la creación de los innumerables productos y servicios que quedan por inventar y descubrir. La capacidad de trabajar en red, de manera colaborativa, y en mercados conectados, afectará a todos los sectores y todas las empresas de nuestro país, lo que convierte a Internet en un factor clave actual y futuro en nuestro desarrollo económico y social, determinando en gran medida el nivel de competitividad del país. De ahí nuestra profunda preocupación por la preservación de la Red Neutral. Por eso instamos con urgencia al Gobierno español a ser proactivo en el contexto europeo y a legislar de manera clara e inequívoca en ese sentido.

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